Señales 1

Una manera excelente de convencerte de la presencia de guías invisibles que nos acompañan en nuestro día a día, ya sean seres de luz, ángeles, ancestros… es pedir señales.

Personalmente, me gusta invocar a mi Ángel guardián en el día a día y en mis sesiones de Reiki también pido la ayuda y guía de mi Guía de Reiki.

No hace mucho, leyendo sobre Reiki una de mis maestras, Lisa Campion, incitaba al lector a pedir una señal clara de la existencia de nuestros guías. En su libro habla de plumas y monedas. Yo pensé que se lo iba a poner más difícil a mi ángel y a mi guía de Reiki y les pedí, que si realmente me acompañaban en mi camino como terapeuta me mostraran lo más improbable que se me ocurrió viviendo en España: un pájaro Colibrí.

Al día siguiente, sin haber visto aún ningún colibrí, fui a mi consulta a atender a una clienta que quería sanar y dejar atrás experiencias dolorosas de su pasado reciente. Como terapeuta a veces sentimos mucho y otras menos, pero siempre confiamos en que el Reiki actúa con sabiduría. Esta vez, a parte de algunos bloqueos que liberé no sentí mucho más. Al despertar mi clienta me contó que había tenido una profunda experiencia espiritual durante la sesión, en la que ella era un pájaro colibrí que volaba y que luego, de su pecho se liberaron miles de colibríes, dejándola en un estado de profunda paz.

Yo sonreí para mis adentros. Y como muchas otras veces, ante la evidencia me repetí, quién soy yo para dudar de esta maravillosa herramienta de sanación que es el Reiki y de la presencia de mi ángel guiándome.

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