Tus emociones, tus maestrasToma el control de tus emociones, toma el control de tu vida
¿Te cuesta dominar tus emociones? ¿Un simple comentario de otra persona es capaz de llevarte al infierno de tus emociones?
O por el contrario, ¿optas por reprimirlas para que los otros no perciban tu vulnerabilidad?
El trabajo sobre las emociones es la parte más delicada de la evolución espiritual. Y es el punto en que la mayoría de los buscadores de luz se encallan.
Hoy te doy las claves para dominar tus emociones, ojo! No reprimirlas, sinó utilizarlas a tu favor para tu evolución espiritual.
En esta sociedad las emociones están catalogadas como una debilidad, cuando en realidad son la mejor herramienta para evolucionar.
Tienes que saber que una vez encarnado en La Tierra, todas las experiencias vividas y los conocimientos adquiridos que no hayas sentido, no contarán para nada en tu evolución. Lo siento mucho para los intelectuales o los devoradores de contenidos, porqué si no los llevas al corazón, si no los sientes, te irás de este mundo con una página en blanco.
En cambio, todas las emociones vividas, todo cuanto hayas sentido (tanto positivo como negativo, incluso tus conocimientos) todo lo sentido, eso sí va a engranarse en tu alma como experiencia evolutiva.
Las emociones no són una debilidad. ¿Cómo vamos a evolucionar si rechazamos algo que forma parte de nosotros? La evolución es aceptarse totalmente, tal y como somos. Y el trabajo sobre las emociones es capital.
Atención, las emociones forman parte de ti, pero no son Tu. Las emociones van y vienen, son energías que pasan a través tuyo, pero nadie te obliga a aferrarte a ellas y a retenerlas. Tu YO es inmortal y vivirá más allá de esta encarnación, tus emociones no. Tomatelas como lo que son, herramientas para tu evolución.
Así pues, No somos nuestras emociones, pero es aprendiendo a dominarlas (en el sentido de utilizarlas a tu favor), que tu “YO” se fortalece y que la luz del espíritu, tu verdadera identidad, puede brillar sin filtro.
Entonces… ¿qué hacer con tus emociones?
En primer lugar, en el momento en que la estás sintiendo te pido que la aceptes, pero que no hagas nada. No reacciones, no te pongas a contarle a todo el mundo lo que esta persona te ha hecho o lo que ha dejado de hacer, lo que ha dicho o lo que no ha dicho… No reacciones. Tampoco lo reprimas, no te pido que hagas nada para olvidarlo, sinó que te tomes un tiempo, concretamente tres días, para digerir y entender antes de hablar de ello con otras personas o actuar. PIENSA QUE MIENTRAS LAS EMOCIONES TE DOMINAN, ES IMPOSIBLE QUE SEAS TU MISM@. Expresar tu enfado con un ataque de cólera no es expresar quién eres, es sólo proyectar tu malestar en otros. Y si te sientes mejor después de hacerlo es sólo porque el otro lo ha recogido como una esponja. Es tremendamente egoísta. Si por el contrario lo reprimes, a quién estás atacando y haciendo daño es a ti mismo. Si has crecido en un ambiente autoritario y sin escucha, tendrás más tendencia a reprimir. Estarás tenso y siempre tratando de controlar. Si reprimes demasiado sólo logras cerrar tu corazón o incluso enfermar. En cualquier caso estás rechazando una oportunidad de transformarte conscientemente gracias al pensamiento. Y esto nos lleva al punto nº2:
Encuentra un momento para ti, para expresarte a ti mism@ lo que sientes. Siéntate en meditación y observa si es una emoción cálida (como el enfado, la rabia…) o si es una emoción fría (como la tristeza, la melancolía…) Siéntela en tu cuerpo. Y ahora piensa ¿de dónde viene realmente esta emoción? ¿te recuerda algo que ocurrió en tu infancia?, ¿la manera como alguien te trataba?… Seguramente te des cuenta que lo que está pasando es sólo la punta del iceberg, la parte visible de un problema más profundo. Si no logras descifrar lo que te está ocurriendo, pide a tu ángel que te dé claridad.
Comprender te dará paz, y te dará pistas sobre lo que realmente tienes que hacer. No en modo de reacción sinó en modo de acción consciente, buscamos una decisión tomada desde la calma.
En último lugar, date amor y compasión, y agradécete y valora el enorme trabajo que acabas de hacer, al cambiar tu reacción habitual, por una acción consciente, la de darte un tiempo para intentar entender tus emociones desde un lugar seguro.
Te felicito por haber llegado hasta aquí. Las emociones son el talón de aquiles de muchos trabajadores de luz. La próxima vez que sientas una emoción, recuerda que sólo es una herramienta, un regalo del Universo para ayudarte en tu camino.
Espero que te sirva el blog de hoy, espero de todo corazón que apliques lo que te he enseñado porque si lo haces, estoy segura de que vas a sentir los cambios no sólo en ti, sinó también en los que te rodean. Si tu cambias, el resto también cambia.
Te mando un fuerte abrazo, no olvides que si quieres una sesión privada conmigo, aquí estoy para ayudarte a sanar tus heridas y a brillar quién viniste a ser! Escríbeme a través del formulario que encontrarás en mi página web.